FORMAR CON MURGA PARA LA INCLUSIÓN
La murga ofrece una escena integradora, comunicacional y de doble acceso a la formación: sembrar posibles murguistas y también enseñar para aprender a poner en común sensaciones y maneras multidimensionales de interactuar con los otros. En eso radica su riqueza como expresión artística y cultural en la escuela o el ambiente educativo que sea.
Nos propusimos muy sencillamente recuperar experiencias que muestren a la murga, precisamente, como acción y territorio de formación para los niños, niñas y jóvenes. Quizás como posibilidad para reconocerse parte de un grupo, de una comunidad, y con ello comprender el valor de ser parte de ese hacer colectivo que expresa sus realidades y sus contextos como pocas cosas lo pueden hacer hoy.
Partimos de una hipótesis que movilizó este proyecto: la murga en general, y en los ámbitos educativos en particular, resulta un medio de intervención cultural de fuerte valor social e inclusivo. Allí se descubren, construyen y fortalecen lazos humanos honestos y horizontales, interactuando con la realidad el territorio, la memoria y la identidad.
Esta publicación se propone, entonces, conversar con los protagonistas de murgas escolares, artistas y educadores sobre esta función de la murga. Lo hace acercando la palabra de aquellos/as que probaron hacer murga poniendo el cuerpo, facilitando a otros a salir a murguear y formando/enseñando con todo lo que allí se mueve. De esto se trata Semillero Murguero.
Carlos Iglesias
Dirección y Contenidos
Carlos Iglesias
carlosiglesias01@gmail.com
Producción y diseño
Pablo José Rey
Equipo de trabajo
Juan Manuel Lacalle – Cecilia Olsa – Vannina Trentin
Fotografía
Gisela Gómez – Marina Frecha – Martina Matusevich
Magdalena Siedlecki y colaboradores
Gestión del proyecto
Carlos Iglesias – Pablo José Rey
Producción integral